Cada curva de mi cuerpo
tu mirada recorría,
y mis ojos te decían:
acercarte vida mía.
Nuestros cuerpos se juntaron
nuestros labios se rozaron
y nuestras lenguas
juntas disfrutaron.
Y nuestras manos,
como buscando un tesoro;
iban recorriendo,
el cuerpo del otro.
Y tus labios muy celosos
se alejaron de los mios;
porque querían gozar
y hacerme disfrutar.
Y bajaron por mi cuello
besándolo poco a poco,
y pegando mordisquitos
en un lado y en otro.
La ropa molestaba,
y de ella nos liberamos,
el calor aumentaba
a límites insospechados.
Nuestras manos,
que habían sido viajeras,
ahora eran habitantes
del sexo del otro.
Y mi boca deseosa,
de ese, sensual cuerpo;
quería ganar
protagonismo completo.
Mis labios dulcemente
rozaban tu piel,
y te querían,
enterito comer.
Y estaban envidiosos
de donde se hallaban mis manos;
y allí se acercaron
para gozar de placer.
El deseo crecía,
nuestros cuerpos abrasaban;
y más cerca,
a cada momento estaban.
Y allí en ese fuego,
que propagó nuestro amor,
tuvo lugar,
nuestro encuentro tan sensual.
31 de marzo del 2003
hola, gracias por apuntarte al sorteo. me gusta tu blog y el título, seguro que te describe muy bien. Saludos y suerte.
ResponderEliminar